Me cansé, me harté. ¿Quieren el BCRA? Tomalo, ahí lo tenés. ¿Quieren el gobierno ?Guardátelo en el orto. ¿Quieren el ajuste en los salarios de los trabajadores? ¿Quieren el corralito? Dale, hacelo, así la clase media vuelve a las vergonzantes cacerolas golpeando en la puerta de los bancos.
Alucino, a veces pienso que Cristina también debe tener ganas de decir que se vaya todo a la puta que lo parió. No entienden, se ponen solos la soga al cuello. No me banco a la turra de la Santillán. Yo, que nunca odié a nadie, me encuentro odiando a Bonelli, a Silvestre, a su patrón , a la patrona de su patrón.
¿No tienen ganas de bajar la persiana, ponerse a jugar en el féisbuk, ni asomarse afuera, cortar el cable?
¿No tienen gana de decir: son mis vacaciones, qué me importa lo que pasa, yo nunca me metí en política, lo que tengo lo tengo porque me rompí el culo?
¿No se encuentran pensando: quién me habrá mandado a mí, justamente a eso, a PENSAR? Si tengo tantos conocidos que se la pasan tan bien anulando las neuronas, yendo al shopping, charlando sobre Valientes.
Me cache en dié. ¿Cómo se hace a esta altura para nacer de nuevo y nacer boluda alegre? ¿En dónde se toma el curso que te haga "Filomena, la vida me sonríe"?
O, en todo caso, oponerme a todo, hablar de republicanismo, del valor de la justicia, de los dictadores K.
Puta, con la Rata era más facil, ¿no? Todos éramos almas bellas, todos íbamos para el mismo lado. Eso sí, no construíamos un carajo, gestionábamos sólo y hasta por ahí nomás nuestra economía doméstica... Pero éramos tan revolucionariamente felices.
Bueno, ya está. Se me pasó el ataque de infantilismo. A todos nos agarra alguna vez un poco.
Aunque a algunos le dura toda la vida.
Leí en un
blog por ahí:" Preparen los aerosoles. Esta batalla se gana en la calle". Ahí estamos.