En nuestra soberbia ignorancia occidental y cristiana, hemos pasado por alto estos balcones al infinito y a lo más íntimo de nuestro ser. No sólo un dibujo bonito: la posibilidad de definir cosas, sensaciones, déja vu, esencias inasibles. Y todo ahí: el laberinto, la totalidad...
Esto no es gratuito. Mi amiga Nilda escribía ayer en su blog sobre el misterio de las asociaciones libres. Resulta que estoy leyendo El cantor de tango, de Tomás Eloy Martínez, en el que el protagonista busca desesperado al mejor cantor luego de Gardel, cantor que aparece sorpresivamente en algunos lugares casi mágicos de Buenos Aires. Pero además, está presente el aleph de Borges, el punto en el que se reúnen todos los puntos, el pasado, el presente, el futuro.
De ahí a saltar a los mandalas....un tranco de pollo nada más.
Y de ahí a construir y pintar mis propios mandalas, casi una pisada de hormiga.
Si voy a encontrar el aleph en los mandalas, no sé. Si realmente serán mandalas o pasatiempos tipo sudoku, tampoco. Pero quién dice, por ahí, puede ser.
pero vio Grace, lo que pasa es que a nosotros nos mata como se pusieron en el alto cielo los astros el dia que nacimos. El halito de las estrellas, vea le digo. Yo soy geminis mono y ademas tengo el ascendente en Piscis. Y como cualquier verdulero lo sabe Piscis es lo mistico. Entonces lo unico que me falta es que alguien me grite "anda a pintar mandalas" cuando cruzo la calle pensando en mis cosas y casi me pisa un 51. Hay que tener cuidado con los astros, que te juegan en contra. Es dificil que uste encuentre el alef en punta alta. Me dijeron que esta aca en Adrogue, y hablando de asociaciones, ayer me tome un copetin en el trote que es un bar que quedaba en donde estaba las Delicias el hotel donde Borges pasaba sus veranos en la juventú.
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