"...No hay subjetividades autónomas. El sujeto absoluto comunicacional 'sujeta' a los hombres de hoy. Les hace ver lo que hay que ver. Hablar de lo que hay que hablar. Coloniza sus conciencias. Impide el más minimo surgimiento de pensamiento crítico....Los sujetos viven abotagados de informaciones, pero no tienen una sola verdad. Sus mentes son moldeadas. Opinan lo que opina el diario que leen, el canal que ven, la telenovela que miran. Sus valores no son propios. Son los que los medios (en medio de una guerra fenomenal) imponen..."José Pablo Feinmann, La filosofía y el barro de la historia
¿Cómo podría decirlo? ¡Asperísimo! No obstante apreciable y sencillamente comprobable en nuestra cotidianeidad. Sólo vasta con vivenciar un suceso que tenga ingerencias políticas económicas para con alguno de sus intereses custodiados y esperar las noticias del gran oligopolio mediático; eso basta para que se te retuerzan las tripas un buen rato.
ResponderEliminarDe eso se trata si queremos ejercer como filósofos críticos de la realidad. Describirla para poder transformarla. Es terrible. Pero es lo que hay. Aunque muchas buenas almas vivan en el limbo de la ignorancia. Gracias por tu comentario, Niño.
ResponderEliminara veces somos masa y repetimos como loro la leccion del Amo.
ResponderEliminarA veces somos sujeto, y sujetamos a la historia y al devenir con nuestra propia palabra y nadie nos acallara. Ningun amo fue tan absoluto para abolir la palabra que grita en la cabeza con su propia verdad. Ni en los guettos, ni en la trinchera, ni en la servidumbre.
A veces masa, a veces sujeto. En la misma persona.