Caminante no hay camino.....


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viernes, 26 de noviembre de 2010

Nomeolvides


Hoy florecerán mil flores, quizá más...Y es probable que muchas sean las nomeolvides.
Estoy leyendo el Perón de don Galasso, ando por ahí, en el año 57, 58, plena resistencia peronista. El año en el que yo dejé de ser analfabeta, como conté alguna vez.

Tiempo difícil.

Tiempo en que uno se reconocía con el otro por signos apenas entrevistos, el ramito de nomeolvides en el ojal, el silbido de Fumando espero..."No olvidamos los días felices y esperamos fumando..."
En mi historia personal también se cruzaron estos signos que sobrevivían a la prohibición: la letra cambiada del tango que un obrero de la Base Naval nos enseñaba a los chicos de la familia
Fumando un puro
me cago en Aramburo.
Y si se enoja
también me cago en Rojas.
Y si se orina
me cago en la Marina.
Y si no, en la Revolución.
¡Viva Perón!
(aunque esto último sólo si el entorno era más o menos íntimo)

Y el ramito de nomeolvides.

Me acuerdo del regalo del día de la madre que nos hizo la maestra de Primero Inferior: un alfiletero de paño lenci, rojo, con un ramito de nomeolvides. ¡Qué bonitas eran esas flores tan chiquitas! Mi mamá todavía lo tiene.

Y se me ocurre pensar, después de tanto tiempo, por qué la maestra eligió las nomeolvides y no otra cosa, por qué esas florcitas eran tan comunes en aquella infancia...

¿Casualidades? No creo. En aquel momento, distinto, terrible, florecían las nomeolvides, como hoy, en las plazas. Florecerán mil flores...

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