Caminante no hay camino.....


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miércoles, 1 de julio de 2009

1 de julio del 74

Realmente fue un día de mierda, realmente....Me acuerdo de haber estado en el playón de la Universidad, con un grupo de compañeros, comentando, esperando las noticias. Me acuerdo de los gamutones y las bufandas. Es que el frío era frío. Y después, encima, la llovizna. Que duró varios días. Ninguno de nosotros éramos peronistas, pero teníamos una buena relación a través de las Juventudes Políticas, así que ahí nomás decidimos irnos hasta Villa Nocito, en donde se iba a hacer una misa en el galpón de la Sociedad de Fomento. Nos fuimos caminando, cerca de seis kilómetros hacia el norte de la ciudad. Con dudas algunos, una manga de ateos yendo a una misa. Pero era por los compañeros, era para estar. Porque de alguna manera intuíamos que ya no más...Uno de nosotros lo resumió muy bien:¡qué cagada, se murió el viejo!. Y había que juntarse, como cuando vos sabés que te pegaron una paliza, pero las que vienen te van a doler más. Así que ahí estuvimos, con la JUP, con la JP, con la JTP. Y con ellos nos vinimos hasta el centro en una marcha de antorchas. Y llovía, y hacía frío, y casi todos sabíamos que lo que se venía iba a ser así: oscuro, destemplado. Pero marchando con las antorchas nos parecía que ninguno estaba tan solo.

Al otro día vimos en la tele todas las imágenes que ya conocemos. Y era una tristeza... Era una angustia la que salía de esa multitud bajo la lluvia. Mi tío, que de peronista no tenía ni ahí, nos contó mucho después que hasta sintió que lo llenaba una depresión que no podía definir.

Vos veías tanta gente empapada, tantos viejos, pibes, minas de los barrios, y te preguntabas. Te preguntabas por qué tanta tristeza, si ya todos sabíamos que el viejo había venido a morirse. No alcanzábamos quizá a ver que el pueblo había empezado a percibir que la que se venía era peor que todo lo que habían soportado. Había empezado a darse cuenta que los días fríos y lluviosos de julio del 74 nos iban a envolver por años.

Y hoy dando vueltas encontré la foto de ese colimba que lloraba como loco. En aquel momento me quedó grabada.¿Qué le estaría pasando por la cabeza al colimba empapado por la lluvia? ¿Qué esperanzas guardaba? ¿Qué sueños se le estaban haciendo trizas? No sé...

Estoy convencida de que ese día nuestra angustia no era por el viejo...Era porque ya había pasado Ezeiza, y el 1 de mayo en la Plaza, y el túnel oscuro comenzaba a crecer alrededor.

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